La vuelta

La vuelta

Septiembre llega deprisa y siempre me coge desprevenida. Este sofocante verano con sus oleadas de calor extremo y la tragedia desatada con los incendios que se han cobrado vidas, devastado tierras y arruinando hogares deja un rastro negro alejado de lo que suelen ser los gratos y a menudo añorados recuerdos del verano.

Mirando más allá de nuestras fronteras, las esperanzas de un alto al fuego humanitario en Gaza no han prosperado y la guerra de Ucrania tampoco ha dado respiro pese a las esperanzas, pronto descartadas, de los encuentros de Trump proponiéndose como mediador con Putin. Los informativos de televisión, la prensa, los digitales no han tenido que recurrir este año a rellenos veraniegos para cubrir sus espacios. Agosto no ha sido un mes muy diferente al resto del año con sus refriegas políticas que no han conocido tregua en lo más duro del fuego.

Un año más, las revistas del corazón nos han inundado de posados playeros pactados o robados y han dado cuenta de los nuevos amores nacidos al sol y de las rupturas que no han superado la dura prueba de las vacaciones.

Este año las estadísticas apuntan a que hemos recibido más turistas pero que han generado menos ingresos. Los españoles también hemos tenido que mirar más el bolsillo y reducir los días de vacaciones. Septiembre es un mes de apretarse el cinturón, la vuelta al cole también pasa su factura. El comienzo de curso llega para todos y en el fondo, muy en el fondo, tenemos que reconocer que algo añorábamos de nuestras rutinas y de la vuelta a la normalidad.