Sánchez y Trump consuman su choque tras meses de guerra arancelaria y disputas por el gasto militar

Tras meses de elevar la tensión con la UE y con la propia OTAN, la cumbre de la Alianza Atlántica que se ha celebrado esta semana en La Haya (Países Bajos)...

Sánchez y Trump consuman su choque tras meses de guerra arancelaria y disputas por el gasto militar

Tras meses de elevar la tensión con la UE y con la propia OTAN, la cumbre de la Alianza Atlántica que se ha celebrado esta semana en La Haya (Países Bajos) ha sido el escenario en el que, por primera vez, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha chocado directamente con su homólogo español, Pedro Sánchez. Con actitud intimidante, Trump amenazó a España con duplicar sus aranceles por negarse, al menos públicamente, a elevar el gasto militar hasta los niveles exigidos por Washington. La respuesta la ofreció horas después el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que rechazó abrir una negociación bilateral con Trump y aseguró que todo lo que tenga que acordar en materia arancelaria EEUU con España debe hacerlo a través de la UE.

Aunque los reproches estadounidenses al Gobierno de España comenzaron hace días, la rápida escalada verbal tuvo lugar especialmente este miércoles, cuando Trump amenazó a España con duplicar los aranceles que aplica a la importación de productos españoles como represalia por la negativa de Sánchez a elevar el gasto militar por encima del equivalente al 2,1% del PIB. Ese rechazo ya se conocía desde hace días, pero el presidente español se reafirmó en él tras la cumbre, pese a haberse adherido al mismo documento de conclusiones que el resto de los aliados, un texto en el que se comprometen a que los presupuestos en defensa habrán crecido hasta el equivalente al 5% del PIB de cada país en 2035.

Esa posición desató las iras de Trump, quien, preguntado por la posición que había defendido Sánchez durante ante el resto de aliados de la OTAN, espetó que España "es el único país que dice que no va a pagar, es terrible e injusto". "Es terrible lo que han hecho, no sé cuál es el problema", insistió el presidente de Estados Unidos, que amenazó a su —en teoría— socio con represalias comerciales por negarse a asumir la meta del 5% del PIB pese a que "su economía", la de España, "va bien". "Lo compensaremos. Estamos negociando con España un acuerdo comercial. Vamos a hacer que paguen el doble. Si quieren ir por libre, tendrán que devolvérnoslo en el comercio, porque no lo voy a permitir", denunció.

El ataque de Trump a Sánchez se produjo a pesar de que este había intentado rebajar el tono durante su rueda de prensa, que tuvo lugar unos minutos antes que la del presidente de Estados Unidos y no chocar con ninguno de los aliados de la OTAN. "Si hay países que quieren gastar, o invertir, el 5%, el 6% o el 7%, nosotros no podemos ponerlo en duda ni en cuestión, respetando su soberanía", planteó Sánchez, que pidió, no obstante, el mismo respeto por la "soberanía" de España y prometió que el país va a "cumplir con las capacidades acordadas" en el seno de la Alianza Atlántica gastando tan solo el equivalente a un 2,1% de su PIB, un objetivo que tanto Estados Unidos como el propio secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ven imposible.

Sánchez no volvió a hablar después de las declaraciones de Trump, a pesar de que durante los días anteriores a la cumbre de la Alianza Atlántica ha aprovechado para intentar mover el foco de los casos de corrupción en el PSOE y ha sido muy prolijo en sus apariciones públicas rechazando llegar al 5% de gasto militar, intercambio epistolar con Rutte incluido. El encargado de responder al presidente estadounidense fue Carlos Cuerpo, que no elevó el tono pero descartó sentarse a negociar bilateralmente con Washington pese a sus amenazas arancelarias.

"La relación entre la UE y Estados Unidos es la relación comercial más importante del mundo" y "es un tesoro que queremos proteger", pero "las negociaciones" en materia de aranceles "se dan en el marco de la Comisión Europea, que es la encargada de negociar por parte de todos los Estados miembros, no solo para España, porque es la que tiene las competencias para ello", planteó Cuerpo. "Estamos en una unión aduanera de los 27 estados" y "es importantísimo que, en este marco de negociación, sigamos avanzando para conseguir un acuerdo que sea justo y equilibrado", insistió el ministro, que no obstante también avisó de que "Europa tiene también las herramientas necesarias para defenderse, si es que no conseguimos llegar a este acuerdo".

A pesar de este cruce de declaraciones y de las amenazas de Trump, ni Estados Unidos ni la OTAN tienen la capacidad de obligar a España a elevar su gasto militar más allá de lo que el Gobierno disponga. Pese a que Sánchez se comprometió con el mismo documento que el resto de los aliados, que establece la meta del 5% del PIB para 2032, lo cierto es que es cada Estado el que, en sus presupuestos anuales, define las partidas de gasto y cuánto se destina a cada una, y en España el Gobierno actual tendría imposible aprobar unos Presupuestos Generales del Estado con un incremento tan importante del gasto en defensa incluso aunque quisiera, porque sus socios parlamentarios jamás le darían los apoyos para ello.

Por tanto, por mucho que el presidente español aceptara el documento de conclusiones de la OTAN este miércoles, si decide mantener su posición política y no pasar de una inversión equivalente al 2,1% del PIB, ese texto es papel mojado. Eso no significa, por supuesto, que el resto de los aliados no puedan utilizarlo para presionar a España e intentar que el Ejecutivo reconsidere su decisión: así ha ocurrido ya en el pasado, como cuando en 2017 Trump exigió al Ejecutivo que entonces lideraba Mariano Rajoy que elevase el gasto militar hasta el equivalente a un 2% del PIB y un año después, en 2018, insistió en la misma exigencia mediante una carta enviada al recién investido presidente Sánchez.