Sánchez, al rescate del sanchismo

Inmaculada Sánchez

Sánchez, al rescate del sanchismo

La explosión de la ‘bomba Cerdán’ ha sido de tal magnitud que nadie en el PSOE sabe si el incombustible presidente del Gobierno será capaz de salir de ésta. Su esperada comparecencia tras la reunión de la comisión ejecutiva federal del lunes apenas ha servido para confirmar que Pedro Sánchez está decidido a continuar al frente del partido y del Gobierno asumiendo en primera persona las peligrosas labores de extinción de un incendio descontrolado. De momento, una comparecencia en el Congreso y una comisión de investigación parlamentaria, además de la anunciada auditoría interna y de los cambios en la ejecutiva que propondrá al Comité Federal. Poco más.

Sánchez vuelve a resistirse a que sea la presión política o mediática la que expulse a su Gobierno del timón del poder. “Presenten una moción de censura, y cuanto antes” ha llegado a retar a Feijóo y Abascal, después de reiterar que las elecciones serán cuando tocan, en 2027. La tabla a la que el líder socialista se aferra para atreverse a lanzar semejante desafío presenta todavía dos claras líneas de flotación: por un lado, el rechazo de los socios de investidura a un gobierno alternativo de PP y Vox y, por otro, el hecho de que su nombre no aparezca vinculado con la trama corrupta más allá de su responsabilidad en la elección de Ábalos y Cerdán para los puestos desde los que se lucraron.

La hemeroteca, cuando pide ahora disculpas y delimita sus propias responsabilidades, no le acompaña en la estrategia desplegada, ni la incertidumbre sobre el alcance de lo que aún quede por conocerse invita a la tranquilidad. Sánchez, sin embargo, vuelve a tirar de su propio manual para presentar su hipotético abandono como una “irresponsabilidad” ya que equivaldría a entregar al país a la derecha y la ultraderecha.

Con todo, el líder socialista se enfrenta esta vez no sólo a perversas ofensivas deslegitimadoras de su política o a retorcidas investigaciones judiciales sobre su entorno. El trío Cerdán-Ábalos-Koldo ha dinamitado el mismo corazón del sanchismo. La cercanía personal de los dos exsecretarios de organización socialista al presidente y a su épica historia de conquista de la secretaría general del PSOE, a lomos de la militancia y en contra del aparato, contaminan sin remedio su personal liderazgo. A sus críticos internos les gusta decir que sanchismo y PSOE no son lo mismo y reivindicar tiempos y líderes pasados pese a que los años con Sánchez al frente hayan marcado a los socialistas un camino difícil de desandar. El presidente seguro que percibe la altura del precipicio al que le han encaramado aquellos en quienes “no debió confiar”. Y ahora sólo él sería capaz de rescatarse a sí mismo.