Pobreza infantil, una realidad marca España

Se habla de recuperación económica y mejora de indicadores generales, pero poco se dice de una realidad que golpea con firmeza a quienes están creciendo...

Pobreza infantil, una realidad marca España

Se habla de recuperación económica y mejora de indicadores generales, pero poco se dice de una realidad que golpea con firmeza a quienes están creciendo en España hoy. A la edad en la que los sueños y las decisiones forjan la vida, miles de niñas, niños y adolescentes lidian a diario con carencias materiales severas que condicionan no solo su presente, sino también su vida adulta. No son casos aislados, casi tres millones de niñas, niños y adolescentes en España viven en riesgo de pobreza y exclusión social, y como Estado hace décadas que no somos capaces de ponerle solución.

Desde la Plataforma de Infancia, una red de más de 70 organizaciones de infancia, hemos puesto números a esta realidad mediante nuestro informe “Análisis de la Encuesta de Condiciones de Vida con enfoque de infancia 2025, elaborado a partir de los últimos datos del INE. La radiografía de dichos datos nos deja una imagen desoladora. En España, las niñas, niños y adolescentes son quienes sufren las mayores tasas de pobreza y exclusión social, unas cifras que no logramos mejorar.

No se trata de una situación excepcional, casi tres millones de niñas, niños y adolescentes viven en riesgo de pobreza y exclusión social; más de 800.000 en condiciones muy precarias. ¿Qué pensaríamos si uno de cada cuatro hogares en España no pudiera cubrir sus gastos mínimos? Eso es exactamente lo que pasa en uno de cada cuatro hogares con niñas, niños y adolescentes; que no son capaces de cubrir gastos básicos ni de responder a imprevistos. Además, el 27, % de las niñas, niños y adolescentes reside en hogares con personas adultas que, aun teniendo empleo, no consiguen salir de la pobreza.

Uno de cada cuatro hogares con niñas, niños y adolescentes no son capaces de cubrir gastos básicos ni de responder a imprevistos

Si ponemos el foco en los perfiles más vulnerables, observamos que las tasas más altas de pobreza y exclusión social se concentran en los hogares monoparentales, donde el 50,4% se encuentra en situación de riesgo, y en las familias numerosas, especialmente aquellas con tres o más hijos o hijas, donde este porcentaje alcanza el 65,1%. La infancia de origen migrante también sufre un impacto desproporcionado: en 2024, el 60,6% de las niñas, niños y adolescentes con madres y padres extranjeros ha vivido en riesgo de pobreza y/o exclusión social. Además, las y los adolescentes son los que obtienen las peores cifras. En 2024, el 35,8% de las personas entre 13 y 17 años en nuestro país ha vivido en riesgo de pobreza o exclusión.

¿Cómo puede ser que, con este escenario solo el 28% de los hogares vulnerables con niñas, niños y adolescentes reciba algún tipo de ayuda pública? ¿Nos hemos inmunizado a los datos de pobreza infantil, o simplemente pensamos que no existe en nuestro país? La solución sin duda debe ser estructural, este es el mayor reto que tiene el Estado del bienestar por delante. Somos el segundo país con la mayor tasa de pobreza infantil de la Unión Europea, y a la vez uno de los que menos invierte en políticas de apoyo a las familias.

Las políticas que se están implementado en nuestro país para hacer frente a la pobreza infantil no están funcionando como deberían. El Complemento de Ayuda a la Infancia del Ingreso Mínimo Vital no está llegando al 72% de las niñas, niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad que tienen derecho a recibirlo. Debemos avanzar hacía una prestación universal por hijo a cargo, como ya han hecho Alemania, Francia, Polonia y hasta quince países de la Unión Europea.

Debemos avanzar hacía una prestación universal por hijo a cargo, como ya han hecho Alemania, Francia, Polonia y hasta quince países de la Unión Europea

Como sociedad debemos poner todo nuestro esfuerzo para que ningún niña, niño o adolescente crezca en riesgo de pobreza o exclusión social, condenados a tener menos derechos y oportunidades por el hogar en el que nacen. De lo contrario, seguiremos escuchando que los indicadores macroeconómicos mejoran en nuestro país, a la vez que seguimos siendo uno de los países de nuestro entorno con más niñas y niños en situación de pobreza.