Los hombres bisexuales denuncian que se les niega la existencia: "Nuestra identidad es válida, legítima y merecemos respeto"

Son hombres a los que les atraen sexoafectivamente las mujeres y los hombres, pero sienten que la sociedad niega su existencia y lo viven como "una de las mayores violencias" contra el colectivo. Coincidiendo con el Día de la Visibilidad Bisexual, 23 de septiembre, reivindican que se destierre el mito de que son personas que no se atreven a nombrarse gays y denuncian la difusión de la idea de ahora se adopta la etiqueta bi porque está de moda, algo que inciden en la negación de su existencia.
Álex Robles existe, es real y es bisexual. Tiene de 31 años y coordina el grupo de Políticas Bisexuales de la federación estatal FELGTBI+. Robles alerta de la proliferación de un grupo de 'influencers' cuyos "discursos de odio se banalizan y perpetúan dinámicas discriminatorias".
Él se reconoció bisexual a los 17 años y enseguida salió del armario como tal. Fue precoz ya que entonces se daba el paso en torno a los 25-35 años de media. Pero las cosas están cambiando y la juventud bi sale ahora del armario mucho antes. Así lo constató el CIS de marzo de 2025: uno de cada cuatro jóvenes de 18 a 24 años en España se define bisexual.
También lo refleja el último informe de federación estatal, hecho público en septiembre, y que aseguraba que el 55% de las personas bisexuales se visibiliza en la actualidad durante la educación secundaria, que casi la mitad de los que lo hacen (48%) recibe algún tipo de violencia como consecuencia, y que un tercio no tiene en quien confiar la orientación.
Robles explica que él también se negó a sí mismo, pero porque no se veía la bisexualidad una opción, algo por lo que pelea desde el activismo. "Me gustaban las chicas y pensé que la atracción hacia un chico era que me caía muy bien. Luego llegó un chico con el que fue más fuerte la atracción. Ahí es cuando me lo planteé: si no me dejan de gustar las chicas y me está gustando este chico, será que soy bisexual".
Robles no tuvo problemas en su entorno familiar, aunque por tener "pluma" dieran por sentado que era gay, algo que les pasa a muchos bisexuales, explica. Lo tuvo más difícil en el instituto: "Zamora es una ciudad muy pequeña y en el momento en que empiezas a salir con alguien todo el mundo lo sabe. La primera vez que me vieron con un chico y tuve que explicar que no era gay, me decían 'se te pasará, estás probando'. Pero yo lo tenía muy claro y fue como: ¿pero por qué decantarme?"
La negación de la existencia de los hombres bisexuales preocupa en la FLGTB+, donde han constatado que a los mitos sobre la confusión respecto a la orientación se unen nuevos discursos de bifobia propagados por redes sociales en la que se dice que los hombres bisexuales eligen la etiqueta bi porque está de moda, en consecuencia con el tirón de la nueva masculinidad del hombre deconstruido.
"Si un hetero lo está usando por moda, la respuesta que va a tener es la bifobia constante"
"Lo que estamos viviendo desde el año pasado es que personalidades de internet con un altavoz más o menos grande están diciendo que los hombres bi o no existimos o que usamos la bisexualidad para decir que estamos deconstruidos y que no somos el típico hetero", dice Robles.
Esta idea de autodenominarse bi por moda es algo que no le entra en la cabeza. No entiende como alguien opta por la etiqueta de la bisexualidad sin siquiera serlo con tantos estigmas como acarrea. "Si un hetero lo está usando por moda, la respuesta que va a tener es la bifobia constante. Se dirá de él, entre otras muchas cosas, que es por ser promiscuo".
Lamenta también que se extienda la idea de que "un bisexual te destroza la vida emocionalmente" y una nueva la ola de odio hacia los hombres bisexuales a través de chistes en los que se les pide "que aporten pruebas o que pidan perdón".
Fran Baute es el presidente de Diversas, asociación LGTBIQ de Tenerife, y bisexual. Baute quiere incidir este año en "que el sistema monosexista, que diferencia bien entre heterosexuales y homosexuales, sigue sin encajar a los bisexuales y aún más los hombres bisexuales".
"Que se nos defina a los bisexuales exclusivamente en función de la pareja que tengamos en ese momento, no deja de ser absolutamente inadmisible"
Lamenta que todavía "sean los otros y las otras quienes quienes tienen que dar el certificado a los hombres bisexuales, que se siga diciendo que estamos atravesando una etapa de indefinición o que se nos defina exclusivamente en función de la pareja que tengamos en ese momento, lo cual no deja de ser absolutamente inadmisible".
"Se nos escudriña porque hay una bifobia muy arraigada que no acaba de aceptar que haya personas que sintamos atracción romántica, sexual, emocional, hacia más de un género", dice. Baute constata una virulencia mayor en los ataques, así como el regreso de "chistes de cuñado" como el del supuesto gusto "por la carne y el pescado", o tener que seguir acarreando "el estigma de la promiscuidad a mansalva".
"A mí cuando estaba con una pareja chica, me calificaban de un tipo progre de mente abierta que dice estas cosas estando con una mujer en pareja monógama y cuando posteriormente tuve una pareja chico, pasé a ser un homosexual que había pasado una etapa de dudas. Es muy curioso que sigamos teniendo que pasar por el certificado social, que no sirva de nada lo que uno lo manifieste", describe.
Confusión, promiscuidad, inexistencia
Por su parte, Robles define a los hombres bisexuales que rodean como gente "bastante más abierta de mente y desprejuiciada", porque la bisexualidad te hace replantearte un montón de cosas de quién eres y sobre tu entorno". Sobre el dato del CSIC de un cuarto de la población joven se declara bisexual, dice que no le extraña, "porque ya había estudios previos similares en países de nuestro entorno occidental". Y considera que ha influido el empuje del feminismo en que haya más mujeres abiertamente bisexuales.
Robles cree que la gente debería de saber ya en 2025 que la sexualidad "no es una cosa estanca, es una cosa que es fluida, que va evolucionando, que que va cambiando contigo en el tiempo". En su caso, puede implicar tener una época en la que le puedan atraer más los hombres o más las mujeres. "Pero le pasa también a una persona hetero, que de repente se siente más atraída por un tipo de persona y cuando pasan los años por otro tipo porque busca otras cosas".
Sobre su experiencia sexoafectiva, dice que ha tenido parejas hombres, parejas mujeres y parejas no binarias y que todas las relaciones han sido distintas: "Lo que me importa no es el género de la persona con la que estoy "sino que estemos cómodos y estemos bien".