El PP vaticina una conquista del centro político en el ciclo electoral que arranca en Extremadura por "la radicalización del PSOE"
El PP afronta el nuevo ciclo electoral convencido de que el terreno de juego político ha cambiado. No porque el tablero se haya inclinado hacia un lado u otro, sino porque hay uno de los actores que se ha tirado al monte y se ha "izquierdizado" en exceso. Así lo transmiten fuentes populares, que defienden que la "radicalización" del Partido Socialista dirigido por Pedro Sánchez ha provocado que el Partido Popular esté ganando la confianza de los votantes del centro político en España, para un nuevo ciclo electoral que arranca este domingo en Extremadura, y continuará en las comunidades de Aragón, Castilla y León, y Andalucía a partir del próximo año.
"El centro político está mudando, y lo está aglutinando el PP", se expresan en Génova, en base a unas encuestas internas que confirman que el mayor trasvase de votos que sale del PSOE está desembocando en el Partido Popular. Una fuga de votos que, opinan, va a provocar una bajada sin precedentes en el PSOE en Extremadura y pretenden que se extienda al resto de comunidades que celebrarán elecciones a partir del próximo año. "Un partido que ganó las elecciones en los últimos comicios puede bajar hasta dos dígitos este fin de semana", destacan estas fuentes, que inciden en que perder diez puntos de unas elecciones a otras es una "barbaridad".
Un fenómeno que desde la sala de máquinas popular atribuyen a la "izquierdización" del Partido Socialista, y que justifica que Vox esté subiendo en las encuestas sin penalizar a los populares. Lo que deriva en que el bloque de derechas gane fuerza respecto al de izquierda. De hecho, en el PP se fijan en el resultado que obtuvo Guillermo Fernández Vara en 2011, cuando obtuvo más del 43% de los votos, que no le valió para gobernar porque José Antonio Monago llegó al 46%. "Una caída de más de nueve puntos en todo este tiempo sólo se justifica por Pedro Sánchez", zanjan las fuentes populares.
No obstante, en Génova toman como punto de origen las elecciones andaluzas en 2022, en las que el presidente de la Junta de Andalucía alcanzó una mayoría absoluta y logró más votos que todo el bloque de izquierdas. Así, en el PP apelan a la dinámica que empezó en Andalucía con Juanma Moreno, cuando su figura ensanchó el espectro de votantes que apostaron por los conservadores en los comicios de 2022. Una imagen de centralidad que pretenden asumir los barones populares que se enfrentan a las urnas a partir del 21 de diciembre.
Así, María Guardiola concurre a los comicios con la intención de repetir la hazaña alcanzada por su compañero de partido andaluz, también en un feudo históricamente socialista como es el extremeño, y sacar más escaños que todos los partidos de la izquierda. No obstante, a pesar de que el mismo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha reconocido esta semana que la mayoría absoluta es "muy, muy difícil" en Extremadura, Guardiola aspira a mejorar los 28 escaños obtenidos en 2023 y depender lo menos posible de la formación liderada por Santiago Abascal.
"El objetivo base son los 30 escaños y el 40% de los votos en Extremadura", sostienen desde Génova, un resultado que les permita gobernar en solitario y no necesitar el 'sí' de Vox en la Asamblea extremeña. Para ello, los populares confían en que el desgaste que acumula el Partido Socialista por los escándalos de corrupción, así como las denuncias de acoso sexual que han emergido en el partido a raíz del caso Salazar, hagan mella en el electorado socialista. Algo que se suma a la candidatura de una persona procesada como Miguel Ángel Gallardo, que no hace más que decantar la balanza para Guardiola, valoran los populares.
En este sentido, la presidenta extremeña ha reforzado su discurso feminista en campaña para tratar de atraer el voto femenino hacia el PP, aprovechando la erosión que está viviendo el PSOE en este tema a causa del caso Salazar y las denuncias de acoso sexual que han trascendido en distintas delegaciones. Un marco que está aprovechando Guardiola para apoderarse de la bandera feminista, ya sea para arremeter contra el PSOE, o para lanzar ataques a Vox, a cuyo líder ha llegado a tachar de machista.
Sea como fuere, otras voces populares confían en que al partido "le va a venir bien una victoria electoral", como se prevé en Extremadura. Sin embargo, a pesar de que la victoria se dé por descontada en la región, la clave estará en el reparto de fuerzas en la derecha que establecerán las urnas extremeñas. La mayor o menor dependencia de Vox apunta a condicionar, para los populares, el ciclo electoral que se avecina.