Europa se arrepiente de ser un "infierno regulatorio" y recoge cable con sus exigencias en el frente ESG
Europa se arrepiente de ser un "infierno regulatorio" y recoge cable con sus exigencias en el frente ESG
La Unión Europea está a punto de dar un gran paso atrás en su principal proyecto de los últimos años. Las instituciones europeas han querido que el Viejo Continente liderase la transición hacia un mundo dominado por los criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza), pero, en los últimos trimestres, ante las críticas que han recibido por el impacto negativo de sus propuestas en la propia economía europea y, sobre todo, ante un gobierno estadounidense que va a dar los pasos opuestos, parece que la Comisión Europea se ha decidido a dar un giro importante a su plan de futuro. Según explica la agencia Bloomberg, que habría tenido acceso a documentos de la Comisión, este miércoles se va a oficializar una retirada clave de las exigencias que se preparaban en el frente ESG: las nuevas directivas centradas en sostenibilidad se van a suavizar mucho, con una propuesta final que dejará fuera al 85% de las empresas que, en principio, iban a estar sujetas a las nuevas exigencias.
La Unión Europea está a punto de dar un gran paso atrás en su principal proyecto de los últimos años. Las instituciones europeas han querido que el Viejo Continente liderase la transición hacia un mundo dominado por los criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza), pero, en los últimos trimestres, ante las críticas que han recibido por el impacto negativo de sus propuestas en la propia economía europea y, sobre todo, ante un gobierno estadounidense que va a dar los pasos opuestos, parece que la Comisión Europea se ha decidido a dar un giro importante a su plan de futuro. Según explica la agencia Bloomberg, que habría tenido acceso a documentos de la Comisión, este miércoles se va a oficializar una retirada clave de las exigencias que se preparaban en el frente ESG: las nuevas directivas centradas en sostenibilidad se van a suavizar mucho, con una propuesta final que dejará fuera al 85% de las empresas que, en principio, iban a estar sujetas a las nuevas exigencias.