El relanzamiento de la marca Feijóo, una "jugada maestra" sin discusión sobre el líder y con el reto de "ilusionar"

Cargos populares coinciden en la necesidad de celebrar el congreso pero difieren en si limitarlo al partido o abrirlo a la sociedad

El relanzamiento de la marca Feijóo, una "jugada maestra" sin discusión sobre el líder y con el reto de "ilusionar"

Casi coincidiendo con el segundo aniversario de las elecciones generales del 23J, el líder de la oposición relanza su marca personal. "Me presento a este congreso para volver ganar a Sánchez y para gobernar España [...]. Soy mejor porque estoy más preparado, porque estoy más consciente y más determinado en cumplir mi obligación. Por eso, os pediré primero a vosotros la confianza de seguir al frente y, después, será a los españoles a quienes le pida me confieran el honor de ser presidente". A más de medio año de la primera cita con las urnas autonómicas y en un momento de sosiego parlamentario, Alberto Núñez Feijóo adelanta el congreso nacional del PP para pedir de nuevo la confianza a los suyos y reactivar al partido ante un posible adelanto electoral.

En el partido hay quienes lo consideran "una jugada maestra, en tiempo y en forma", dado que fecha para este julio una cita que iba a tener que celebrarse igualmente el año que viene, justo entre campañas electorales. Quienes se mueven en la teoría de que más pronto que tarde habrá un adelanto de las generales, ven acertado relanzar la marca Feijóo antes de las vacaciones. "Nos espera un otoño calentito", opina un diputado. La mayoría de cargos populares consultados coincide en que este cónclave— en el que el partido renovará sus equipos y sus ideales— servirá para exhibir "unidad" entre los populares y reforzar a un líder cuya revalidación no está en cuestión.

"La gente no está en ponerle la zancadilla", valora otra fuente parlamentaria, usando palabras similares a la de sus compañeros de filas que asumen que Feijóo está consolidado al frente de Génova desde que llegara hace tres años. En lo que difieren es en su impacto en la calle, en el electorado, y en si el congreso debe pasar de puntillas sobre los debates más fogosos para "no meterse en ningún berenjenal" o, por el contrario, hacerlos frente para así dar la batalla cultural y programática "e ilusionar de puertas para fuera".

Todas las voces consultadas del PP, de diferentes ámbitos y rangos, celebran la cita aunque envían recados encontrados hacia la dirección nacional. "No se puede pasar de puntillas por este congreso, hay que hablar claro y no hay que rehuir de ningún debate", sostienen desde el Grupo Parlamentario Popular, al tiempo que vislumbran una cita con más impacto a nivel interno que en la calle: "Es difícil cambiar la percepción que se tiene de una persona", apunta en referencia al mismo candidato que aun ganando las elecciones generales del 23J se quedó a las puertas de la Moncloa. En todo caso, "a nivel interno será positivo", ya que es una ventana de oportunidad para que el PP se refuerce. "¿De qué nos sirve reforzarnos si luego no lo trasladamos a la sociedad?", se pregunta otro parlamentario.

Otros, en cambio, asumen que el congreso está pensado para tener impacto fuera de la militancia y de los compromisarios. "Busca eco sobre la opinión pública". Y es que, según esta otra fuente popular, de haberse perseguido únicamente una revisión programática se habría solventado con una convención al uso. En cambio, Feijóo se presenta para renovar tanto su equipo como las ideas del partido. Por esto mismo, esta fuente es también de la opinión de que el líder y candidato debe dar la batalla. Eso sí, avisa de que en este caso el PSOE puede aprovechar esta ocasión para desgastar la marca de su adversario político. "Si no convoca elecciones, hará que las ideas se queden viejas y que las caras ya estén muy vistas".

Sea como sea, se suma a la tesis de que hay que centrarse en la gente y aprovechar el congreso para vislumbrar la alternativa de gobierno "en la sombra". Para ello, pide evitar debates como el de cambiar el sistema de primarias del partido, porque supone "mirarse el ombligo", y definir bien la relación con Vox de cara a aclarárselo al electorado. Otros recuerdan que un programa de partido no es un programa de gobierno, por lo que no se hace necesario entrar en temas peliagudos.

También los hay que, conociendo la trayectoria de Feijóo, apuestan por que hará un "baile con todos". Esto es un congreso de unión, de paz, en el que haga un modelo mixto entre Juanma Moreno e Isabel Díaz Ayuso y, como en veces anteriores, contando con los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy como símbolo de la unión de las dos almas del PP y así ampliar el espectro político, a izquierdas y derechas. "No creo que entre en grandes debates ideológicos. Hará algún ajuste, pero no será profundo", augura otro dirigente.

Más allá de los recados, como el que le envió Aznar esta semana durante un acto cuando animó a Feijóo a "ilusionar a los suyos", los populares se muestran proactivos a participar en un un congreso "importantísimo para crear la base política" del PP ante un posible adelanto electoral, con un Gobierno "en tiempo de descuento" y ante una doble cita electoral del año que viene en Castilla y León y Andalucía.