El Holocausto, como jamás se ha contado en el cine

Cada ser humano tiene sus ideas. Las expresa en casa o en el bar, con moderación o furia, consigo mismo o en debates. Los directores de cine, además, las vuelcan en películas. De ahí que haya temas que se vuelvan recurrentes en la pantalla, porque preocupan en ese momento a la sociedad. En esta edición del festival de cine de Venecia, por ejemplo, muchos largos analizan la paternidad, o la esclavitud que ha impuesto el trabajo capitalista. En otros años, fue la política, la identidad o la migración. Y así. Un asunto, sin embargo, permanece como constante en el séptimo arte occidental desde hace décadas: el Holocausto. Ya se sabe todo, pero las preguntas ―y los filmes― no cesan. Tal vez porque resulte imposible explicar tamaño horror. O incluso retratarlo con una cámara. Hoy, en la Mostra de Venecia, otro documental se ha sumado al intento: Holofiction, de Michal Kosakowski. Con una propuesta, eso sí, inédita. No se parece a ningún filme visto hasta ahora. Y, a la vez, los engloba a todos.