El exnovio de Teresa, la joven que fue asesinada en Bruselas, admite que sabía que estaba sola en el piso cuando fue a matarla

El exnovio de Teresa, la joven que fue asesinada en Bruselas, admite que sabía que estaba sola en el piso cuando fue a matarla

El asesino confeso de la enfermera española Teresa Rodríguez, su expareja César A.C., escribió un mensaje a su familia pidiendo perdón por lo que iba a hacer horas antes de matarla en su domicilio en Bruselas. Hasta allí se dirigió en la madrugada del 27 de octubre de 2022 sabiendo que la víctima estaba sola, porque su compañera de piso estaba de viaje, según ha admitido este viernes en el segundo día del juicio que se celebra en la capital belga.

Por primera vez en los tres años que han pasado desde el asesinato hasta el inicio del juicio en el Tribunal de lo penal de Bruselas, el acusado ha admitido que sabía que la compañera de piso de Teresa se había ido de viaje y por tanto ella estaba sola en su piso. Hasta ahora, lo había negado tanto durante la instrucción del caso como en el primer día de juicio, pese a ser preguntado por ello por la jueza que preside el tribunal.

En el segundo día, sin embargo, César A.C. ha reconocido que la madre de la víctima, que afirmó la víspera que sí sabía que estaba sola, tenía "razón" y estaba al tanto de la ausencia de la otra chica. Lo ha hecho después de que se hubiera reproducido en la sala una hora de grabación con la reconstrucción de los hechos que los investigadores filmaron con el acusado en febrero en 2023.

César A.C., de 26 años en la actualidad y entonces Guardia Civil en prácticas, viajó a Bruselas, dijo en la declaración del primer día, para "recuperar" a Teresa, a pesar de que ésta había decidido romper la relación al menos un mes antes. En los primeros días se alojó en el apartamento de la víctima, que compartía con otra mujer, pero la noche antes del asesinato durmió en un albergue porque le había pedido que se fuera.

El acusado subió a las 6.40 horas del día del crimen al piso de la víctima con la excusa de buscar unas tarjetas que se había dejado olvidadas días antes. Y, mientras ella estaba en su cuarto, él cogió dos cuchillos de la cocina, los escondió bajo su ropa y se dirigió al cuarto de ella en donde le asestó 153 puñaladas.

Durante el juicio, el agresor ha revelado que apagó la luz de la habitación antes de sacar los cuchillos que llevaba escondidos y abalanzarse sobre ella, que estaba sentada sobre su cama. Teresa, de 23 años, intentó zafarse de su agresor y gritó repetidamente, según ha relatado el propio César A.C., quien ha admitido que no dejó de asestarle puñaladas "por todas partes".

"Cuando veo que está sentada, la primera intención que tengo es apagar la luz porque se va a terminar y mi interés es ir a por ella y acuchillarla", ha narrado el agresor, quien se enfrenta a los cargos de asesinato voluntario y con premeditación y posesión de objetos punzantes para su uso como arma; cargos que en Bélgica pueden ser penados con prisión permanente.

Otra de las cuestiones que el acusado ha aclarado en el segundo día de juicio es por qué desplazó el cuerpo de Teresa cuando ya estaba muerta. Algo que hasta ahora ha asegurado no recordar pero que tras la emisión de la reconstrucción ha reconocido que lo hizo porque intentó tirarse con ella por la ventana, cuando ya estaba "inerte". Al no lograrlo, César A.R. ha dicho que buscó una ventana por la que precipitarse él para acabar con su vida.

Según quedó expuesto en el primer día de audiencia y en las explicaciones de la jueza de instrucción y otros investigadores este viernes, la expareja de Teresa escribió la tarde antes de cometer el asesinato una carta en la aplicación 'Google Keep' de su móvil dirigida a su propia familia pidiendo perdón por "lo que iba a hacer". Después, realizó distintas búsquedas en Internet sobre cómo matar a una persona y sobre cuchillos de cocina.

El mensaje nunca llegó a recibirlo la familia, aunque sí intentó enviarlo a través del grupo de WhastApp que tiene con su familia mientras subía las escaleras al apartamento de Teresa para asesinarla.