Desmemoriados
Cuenta Benito Pérez Galdós en Memorias de un desmemoriado que Sagasta le hizo diputado por las Antillas por recomendación de un amigo. Por lo que cuenta el escritor canario, en aquel tiempo las elecciones en Cuba y Puerto Rico se arreglaban de forma fraudulenta y de espaldas al pueblo con un telegrama desde el Ministerio de Gobernación. "Con estas y otras arbitrariedades llegamos años después a las pérdidas de las colonias", escribió.
Las arbitrariedades hoy continúan en los órganos de los partidos, que hacen y deshacen a su antojo mediante recomendaciones, fidelidades, consejos de los analistas, encuestas internas y externas y un sinfín de maniobras de todo tipo. De una forma lampedusiana se trabaja para que todo cambie sin que nada cambie, para que todo siga igual. Mientras, a confundir al vulgo.
Un buen ejemplo lo tenemos en nuestra Comunitat. Ante la falta de liderazgo político en el PP, Compromís y PSPV, se habla del retorno a la arena política de Francisco Camps (por decisión propia), Mónica Oltra (que deshoja la margarita), y del "jarrón-Ximo" Puig (rumor extendido en los conciliábulos socialistas).
Si por estos tres ‘De Gaulles’ pasa el futuro de la Comunitat, que Dios nos coja confesados. Tres señores que se caracterizan por todo menos por su talante conciliador y de consenso representan para muchos las aspiraciones de hacerse o mantenerse en el poder. Demasiados puestos públicos están en juego.
De ocurrir, que todo es posible, será una muestra más de que la política española tiene un serio problema cuando vive de una nostalgia "desmemoriada" y no confía en su presente y futuro. Que nadie se sorprenda después si no se gestionan bien catástrofes, trenes, apagones, etc. Los mejores hace tiempo que dejaron de pensar en la política, cansados de tantas arbitrariedades que, como escribió Galdós, darán al traste con el sistema.