‘El Principito’ vuela más alto que nunca: el fin de los derechos de autor dispara la fiebre por el clásico de Saint-Exupéry

‘El Principito’ vuela más alto que nunca: el fin de los derechos de autor dispara la fiebre por el clásico de Saint-Exupéry

La historia de El Principito está llena de vuelos. Empezaba con uno, que el narrador de la novela debía interrumpir por una avería, en pleno desierto. Varado entre las dunas, con agua solo para ocho días, escuchaba aquella célebre vocecita: “Por favor…, ¡dibújame un cordero!”. Su asombro en el libro, ante el extraño encuentro con un niño y su aún más extraña petición, aumentaba cuando el chiquillo se ponía a contarle sus propios viajes espaciales. Así Antoine de Saint-Exupéry juntó en 1943 en una fábula de un centenar de páginas sus dos grandes pasiones: escritura y aviación. Aunque otra travesía fallida, poco después, le costó la vida: su caza de combate desapareció el 31 de julio de 1944 cerca de Córcega. Destino, talento literario, interés póstumo y unos cuantos elementos más empujaron entonces el despegue de la propia obra, rumbo al estrellato: se calcula que solo La Biblia cuenta con más traducciones.

Seguir leyendoUna imagen de la película 'El Principito', de Mark Osborne.