Los servicios funerarios buscan superar el tabú y "visibilizar" el sector para captar profesionales con la primera FP oficial

El Consejo de Ministros ha aprobado la implantación del primer ciclo medio reglado.

Los servicios funerarios buscan superar el tabú y "visibilizar" el sector para captar profesionales con la primera FP oficial

En el año 2024 se produjeron en España 433.547 defunciones, según los datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE). De ellas, 218.746 fueron de hombres y 214.801, de mujeres. Esta cifra es un 0,6% inferior a la del ejercicio anterior, cuando se registraron 436.124 fallecimientos por todas las causas. A pesar de este ligero descenso, el sector de los servicios funerarios va en aumento, con mayor facturación y volumen de negocio. Por razones obvias, este sector tan relacionado con la muerte, nunca morirá. Paradojas de la vida.

Según la última radiografía del sector realizada por la patronal Panasef, que agrupa al 70% de las empresas dedicadas a los servicios funerarios en España, en el año 2023 este mercado facturó 1.679 millones de euros (lo que equivale al 0,12% del PIB). Este guarismo es un 1,58% mayor que los 1.653 facturados en 2022 (26 millones menos). Estos ingresos resultan de los costes de las funerarias, que se llevan más de la mitad del gasto entre ataúd, traslados, velatorios, catering, permisos y gestiones administrativas y tanatopraxia, entre otros, y marmolistas, taxistas, cementerios, crematorios, floristerías, iglesia, esquelas y psicólogos, si se precisan. Sin olvidar los impuestos, que también se paga el 21% de IVA.

A pesar de lo estable que puede resultar buscar empleo en este sector, lo cierto es que las empresas de servicios funerarios reconocen tener dificultades para captar profesionales y talento joven por la "temática tabú" en torno a la que se trabaja. La sociedad, consideran, "vive de espaldas a la muerte". Por esta razón, y para dar visibilidad a un sector que necesita plantillas formadas y polivalentes, la patronal celebra que el Consejo de Ministros haya aprobado recientemente la creación de la primera formación reglada. Será una Formación Profesional de grado medio de Técnico en Servicios Funerarios, que tendrá carácter oficial y validez en todo el territorio nacional.

Su desarrollo aún tiene que ser implementado por las Comunidades Autónomas, que son las que tienen las competencias educativas, y todavía se desconocen más detalles sobre el tema, como el número de centros que impartirán este nuevo título, que contará con una duración de dos mil horas y formará parte de la familia profesional de Servicios Socioculturales y a la Comunidad. Siendo optimistas, desde el sector creen que "como pronto", podría empezar a impartirse en el curso 2026-2027.

Alejandro Quinzán, secretario general de Panasef, considera "muy importante tener la primera formación reglada por el Ministerio de Educación" para "avanzar en la profesionalización" de un sector que, recuerda, es "esencial" y está formado por 1.200 empresas que dan empleo 12.000 trabajadores al año. Este título "va a marcar un antes y un después en la captación de talento, pues somos un sector que tradicionalmente ha tenido y sigue teniendo dificultades para atraer talento, especialmente talento joven, ya que trabajamos en torno a una temática tabú como es la muerte y la sociedad vive de espaldas a ella", expone a 20minutos.

Otra voz de Panasef, Josep Ventura, que preside la Comisión de Profesionalización, señala que la reciente creación de la FP de Técnico en Servicios Funerarios es "un primer paso importante" de una demanda que surge de la patronal y que se remonta a 2021 con el objetivo de "profesionalizar" un sector que necesita profesionales "polivalentes". La idea, explica, es que se destine tanto a jóvenes en búsqueda de trabajo como para empleados en activo que quieran ampliar sus competencias con un temario "transversal" que abarque desde la atención a las familias hasta la organización de un velatorio, pasando por el mantenimiento y gestión de un horno crematorio, el transporte y manipulación de los féretros o la presentación de los difuntos, entre otras funciones.

El responsable de Talento de Albia Servicios Funerarios, Alberto Bengoechea, coincide con sus colegas, al tiempo que destaca que se trata de un "primer paso de mucho más" como pueden ser futuras formaciones a nivel universitario para cargos intermedios y directivos. En su opinión, esta formación es un "reconocimiento" a todos los profesionales actuales de que sus funciones y conocimientos tienen "entidad suficiente" como para considerarse una formación reglada: "No todo el mundo vale, hacen falta competencias y habilidades muy específicas para atender a las familias en un momento tan complicado".

Según se puede leer en la nota difundida por el Gobierno tras su aprobación, la competencia principal de este nuevo título, que ya se impartirá según la nueva FP Dual, consistirá en "la prestación de servicios funerarios, tanto en la contratación como durante su desarrollo, organizando los actos de protocolo y tomando en consideración el transporte, la manipulación, el acondicionamiento del cadáver, de los restos y/o las cenizas, así como el manejo y el mantenimiento básico de los hornos crematorios, siempre de acuerdo con la normativa de riesgos laborales, medioambiental y de sanidad mortuoria".

Hasta ahora, la formación es privada y no es oficial, o se transmite de generación en generación como un oficio y, además, "cada empresa tiene sus modelos". Con este nuevo FP, Ventura defiende que existirá "una base sólida y común" para todas las compañías.

Ventura considera que esta formación ayudará a "visibilizar mejor una profesión muy útil para la sociedad". "Los rituales funerarios han formado parte de la cultura a lo largo de la historia y tienen un papel crucial en el proceso del duelo. Un velatorio o ceremonia no son solo tradiciones o formalidades, sino también herramientas que ayudan en el proceso del duelo de las familias. Y si se dispone de personas que puedan hacer todo esto de una forma más profesional, se ayudará al bienestar de nuestra la sociedad. Hay cambios culturales en la forma de entender la muerte y hay que adaptarse para atender esas necesidades, por lo que personas con formación se adaptarán mejor", considera.

"Los rituales funerarios han formado parte de la cultura a lo largo de la historia y tienen un papel crucial en el proceso del duelo"

Este experto en el sector defiende que su trabajo puede parecer "triste desde fuera", pero "cuando lo conoces, descubres muchos matices y puede ser muy motivador en cuanto a que puedes ayudar a las personas en momentos muy difíciles. Te llena mucho cuando las familias te agradecen el cariño, la amabilidad y el acompañamiento que les prestas. Normalmente, las familias destacan en las encuestas de satisfacción las personas que les atendieron y les acompañaron. Ese saber estar y amabilidad son las personas, no la inteligencia artificial", concluye.

Asimismo, Bengoechea también considera que esta nueva FP puede ayudar a "profesionalizar" y "estandarizar" el sector, así como a "atraer talento junior, a gente que quizá no nos tenía como opción de empleo y que son las futuras generaciones de un sector esencial", además de "talento sénior", es decir, a otras personas que busquen un reciclaje o cambio laboral. "Nos da una oportunidad muy amplia de empleo", agrega el portavoz de Albia, para quien esta formación en el "último eslabón de la cadena sociosanitaria" es también un "ejemplo de colaboración" entre entidades públicas y privadas sobre empleabilidad y necesidades del sector. En su opinión, el profesorado tendrá que surgir "sin duda" de las propias plantillas en activo en el sector.

Según los datos de Panasef, España dispone de 537 hornos crematorios con capacidad para realizar 1.549 incineraciones al día -cuando la demanda real es de 570- y 2.525 tanatorios y velatorios con más de siete mil salas para atender una demanda de casi 1.200 fallecimientos diarios. Además, existen 17.682 cementerios. En los últimos años, el sector ha detectado un incremento de las ceremonias laicas (han pasado de representar el 12% del total en 2021 al 16% en 2023) frente a las religiosas (que pasan del 88 al 84 por ciento en el mismo periodo). También suben las incineraciones (del 45% al 47,8% del total) respecto a las inhumaciones, que pasan del 55 al 52,2 por ciento entre 2021 y 2023.