Cook fue cocinado pero no comido

Llevo unos intensos días sumergido en la aventura postrera del capitán James Cook, el gran navegante y explorador británico (1728-1779). He visitado en CaixaForum Barcelona la exposición Voces del Pacífico donde se le menciona varias veces —generalmente para mal: una obra de una artista polinesia lo satiriza y otra pone a su primer barco, el HMS Endeavour, cabeza para abajo—, y sobre todo me he leído un extraordinario libro sobre su tercer y fatídico último viaje, El ancho ancho mar, de Hampton Sides (Capitán Swing, 2025), lleno de nuevas investigaciones. Vaya como aperitivo —y valga la palabra— que Sides sostiene que Cook fue cocinado pero no comido por los hawaianos tras matarlo en la playa de la bahía de Kealakekua.