Serrat lamenta la inacción del mundo ante "el genocidio del pueblo palestino": "Envejezco en paz, pero no resignado"

El cantante Joan Manuel Serrat ha asegurado este miércoles que no le gusta el mundo en el que vive porque es "hostil", "insolidario" y no actúa ante "atrocidades brutales" como "el genocidio del pueblo palestino": "No solo no me gusta, si no que me preocupa el rumbo que lleva".
"Cada día busco ropa de optimista que ponerme, últimamente no encuentro ropa de mi talla", ha bromeado en su discurso tras recoger en San Fernando (Cádiz) el XIV Premio Cortes Real Isla de León, con el que la ciudad gaditana reconoce la trayectoria de un artista que simboliza el poder de la música como "instrumento de lucha por la libertad, la democracia y los valores constitucionales".
"Envejezco en paz, pero no resignado", ha dicho en su discurso antes de lamentar que los ciudadanos "somos desgarrados testigos de unas atrocidades brutales que se están ejerciendo a nuestro alrededor" como "el genocidio que sufre día a día el pueblo palestino sin que se produzcan unánimes y contundentes respuestas por parte de los gobiernos del mundo entero, especialmente de aquellos que se atribuyen el papel de garantes de la paz y de la libertad".
Desentrenados para la tolerancia Serrat ha suscitado tras estas palabras un encendido aplauso de los asistentes a la ceremonia de entrega de este premio en el Real Teatro de las Cortes, el mismo escenario en el que hace 215 años, el 24 de septiembre de 1810, se reunieron diputados para plantar la semilla de la primera Constitución que recogía los principios de la democracia en España.
En su discurso ha destacado la necesidad de que la sociedad actual emprenda "un ejercicio en el que últimamente estamos desentrenados, un ejercicio de tolerancia". La desalentadora dejadez En su lista de denuncias Serrat ha añadido que "resulta desalentador la dejadez con la que enfrentamos la catástrofe del cambio climático, provocado por la mano y la codicia del hombre" y que "por razones económicas" se vayan "aplazando las soluciones".
También que en el mundo la corrupción campe "como campa" y se levanten "muros y alambradas" para contener las oleadas migratorias de personas que se ven en la necesidad de salir de sus países "porque se mueren de hambre, de enfermedades, de guerras que no han provocado ellos".
"En lugar de entender esta emergencia como algo de lo que el mundo occidental y colonizador es responsable, lo que se hace es criminalizarlos", ha clamado. Serrat ha confesado que en su respuesta a esta "emergencia" Europa se ha convertido en "un mercadillo, lejos de los valores de la Ilustración, del humanismo, de la justicia, de la fraternidad".
A pesar de todo el "pesimismo" de su discurso, Serrat ha asegurado que ha sido un día "magnífico para él", en el que ha recibido el cariño "de esta tierra de salinas, de sol, y de mar". "Gracias por poner banda sonora a la dignidad", le ha respondido la alcaldesa de la ciudad, Patricia Cavada.