Moncloa obvia el último desaire de Junts y da el primer paso para los Presupuestos: "Los presentaremos con o sin su respaldo"
El Gobierno continúa haciendo oídos sordos ante los continuos embistes de Junts, que este miércoles volvió a certificar la defunción de su relación parlamentaria con el PSOE. Mientras Miriam Nogueras calificaba a Sánchez de "cínico" e "hipócrita" en el Congreso, el Ministerio de Hacienda movía ficha y convocaba el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), primer paso para poner en marcha los Presupuestos de 2026. A partir de ahí, Moncloa se expone a una sucesión de votaciones que podrían acabar en derrota si Junts se mantiene en sus trece. En cualquier caso, fuentes gubernamentales insisten en que las cuentas públicas llegarán al Congreso "con o sin" el aval de los independentistas, aunque no aclaran si lo harán antes de final de año, como se había comprometido Sánchez.
En el Ejecutivo son perfectamente conscientes de que no las tienen todas consigo para sacar adelante las cuentas públicas, pero tanto el presidente como sus ministros dejaron para la hemeroteca el compromiso de presentar las de 2026 en el Congreso, así que las cuentas llegarán. Lo harán tarde respecto al mandato constitucional pero, tal y como refieren desde el Ministerio de María Jesús Montero, "cada cosa lleva su tiempo". Moncloa lleva semanas respaldándose en el tiempo para estirar una y otra vez la fecha para convocar el Consejo de Política Fiscal y Financiera que, finalmente, se celebrará el próximo lunes.
Paradójicamente, la convocatoria de este primer paso para presentar el proyecto de Presupuestos se anunció mientras en el Congreso tenía lugar un agrio cara a cara entre Sánchez y la portavoz de Junts, Míriam Nogueras. Era la primera vez que ambos debatían en sede parlamentaria desde que, hace unas semanas, el expresident Carles Puigdemont escenificó la ruptura de su partido con el Ejecutivo, y Nogueras recurrió a su tono más duro y a las acusaciones personales —llegó a tachar de "hipócrita y cínico" a Sánchez— para dejar claro que "esta relación", la que han mantenido con muchos altibajos los independentistas y la Moncloa desde el inicio de la legislatura, "se ha acabado" por culpa de "los incumplimientos".
El verdadero alcance de este choque retórico y, en general, de los anuncios de ruptura de Junts con el Gobierno que se han sucedido en las últimas semanas se podrá medir este jueves, cuando los independentistas tendrán que decidir si apoyan la enmienda del PP que retrasaría el cierre de las centrales nucleares y, como consecuencia, torpedearía uno de los pilares de la política energética del Ejecutivo. Pero lo cierto es que la sesión de este miércoles no fue precisamente sencilla para un Sánchez que vio como sus varios intentos de rebajar el tono de la bronca con los secesionistas eran respondidos por Nogueras con la acusación de que al presidente "lo único que le interesa es el poder".
Para ejemplificar estos supuestos incumplimientos de los acuerdos firmados por parte del Ejecutivo con Junts, Nogueras expuso una larga lista de normas que llevan tiempo bloqueadas o que no han salido adelante. Y, entre ellas, la portavoz habló de varias que son muy complicadas de asumir para las formaciones progresistas que apoyan al Gobierno e incluso, en según qué puntos, por el propio Ejecutivo. Es el caso de la proposición de ley de Junts sobre la multirreincidencia —"los catalanes no tienen garantizada la seguridad en las calles porque ustedes tienen bloqueada la ley", criticó Nogueras— o la que endurecería las penas y aceleraría los procesos de desahucio en el caso de "okupaciones ilegales" de viviendas que no sean ni la primera ni la segunda residencias, que ya se rigen por un mecanismo mucho más ágil que el resto.
Traer al primer plano esas normas sirvió a Nogueras para reforzar el mensaje de que Sánchez incumple sus compromisos con Junts, aunque la portavoz también acusó al presidente de faltar a su palabra también con leyes promovidas por el propio Gobierno, que "públicamente dicen que son muy importantes y urgentes, pero la realidad es que las tienen congeladas y solo las sacan a pasear cuando quieren un titular". "Ha hablado de la ley de familias, de la ley universal de la salud o la ley de protección a menores en el entorno digital: ¿de qué ley de familias nos hablan, si la tienen registrada desde hace dos años y han prorrogado 63 semanas seguidas el plazo de enmiendas para mantenerla congelada?", le espetó.
El Gobierno obvia los órdagos y sigue con su hoja de ruta
La respuesta de Sánchez a los últimos ecos del portazo de Junts se podría resumir en que el Gobierno no cree que a los independentistas les merezca la pena una ruptura total con el Gobierno. El presidente contrapuso el modelo del Ejecutivo con el del PP y Vox, y expuso las dos únicas opciones que, a su juicio, tiene Junts: negociar con el PSOE para llevar "más prosperidad y autogobierno" a Cataluña o abonarse al "bloqueo" del PP y Vox. "Mi grupo necesita sus votos, pero también su grupo necesita nuestros votos, ¿o va a negociar con quienes desprecian la identidad de Cataluña, prohíben el catalán y acaban con el autogobierno?", les lanzó.
Lo cierto es que Moncloa insiste en que no desviará su hoja de ruta a causa de Junts. Buena muestra de ello ha sido la convocatoria del CPFF para la semana que viene y la aprobación de la senda de déficit en el próximo Consejo de Ministros. Esto activa una serie de votaciones: la de la propia senda de déficit, que podría derivar en una segunda votación en el caso de que una mayoría la tumbe la primera; y la de los Presupuestos, que Puigdemont ya ha avanzado que rechazará.
Pero antes de todo esto, tienen por delante otras pruebas parlamentarias como la de este jueves con la enmienda del PP para retrasar el cierre de las nucleares. Fuentes de Moncloa ignoran esta modificación alegando que, a su juicio, "no es relevante políticamente". Recuerdan que nada cambiará si las empresas no solicitan la prórroga de la vida útil de estas centrales. De hecho, no solo restan importancia a esta posible derrota parlamentaria a manos de Junts, sino que aseguran que han hablado con ellos de este asunto a pesar de la ruptura del diálogo que proclamó Puigdemont hace ya dos semanas.