El rey llama a los políticos a cuidar la "convivencia" y el "proyecto compartido" de España ante el "hastío" ciudadano
El rey Felipe VI ha hecho una clara defensa de la "convivencia" y ha llamado a cuidarla cada día como "base de nuestra vida democrática". En un mensaje de Navidad centrado en la reivindicación del diálogo y en el "proyecto compartido" que es España, el monarca ha hecho una clara alusión a los políticos, a los que ha pedido evitar la "tensión del debate público", pues provoca "hastío, desencanto y desafección" en la ciudadanía, y también "ejemplaridad en el desempeño" de sus funciones.
En su duodécimo discurso con motivo de las fiestas navideñas, el jefe del Estado ha abundado en el mensaje que ya transmitió en 2024, cuando hizo una clara defensa del "diálogo", el "consenso" y la "serenidad" en la política para "trabajar por el bien común". Así, con motivo este año del 50 aniversario del inicio de la Transición, ha reivindicado los acuerdos alcanzados durante ese periodo y ha pedido tomarlos como ejemplo y estar "unidos" para hacer frente a los "desafíos internos y externos" y la "inquietante crisis de confianza" que, a su juicio, atraviesan las sociedades democráticas y que "afecta seriamente al ánimo de los ciudadanos y a la credibilidad de las instituciones".
De este modo, ha reclamado "diálogo" porque "las soluciones a nuestros problemas requieren del concurso, la responsabilidad y el compromiso de todos", así como "respeto en el lenguaje y de escucha de las opiniones ajenas", pero también "especial ejemplaridad en el desempeño de los poderes públicos", "empatía" y "necesidad de situar la dignidad del ser humano, sobre todo de los más vulnerables, en el centro de todo discurso y de toda política".
"A lo largo de estos 50 años nuestro país ha demostrado reiteradamente que saber responder a los desafíos internos y externos cuando hay voluntad, perseverancia y visión de país. España ha progresado cuando hemos sabido encontrar objetivos que compartir. Y la raíz de todo proyecto compartido es necesariamente la convivencia", ha proclamado el rey a lo largo de los más de nueve minutos de discurso, que ha pronunciado de pie por primera vez y para el que ha escogido en esta ocasión el Salón de Columnas del Palacio Real.
Felipe VI ha comenzado su mensaje evocando la Transición, la cual fue, ha dicho, "un ejercicio colectivo de responsabilidad" porque "surgió de la voluntad compartida de construir un futuro de libertades basado en el diálogo" y quienes lo encauzaron "lograron que el pueblo español en su conjunto fuera el verdadero protagonista de su futuro y asumiera plenamente su poder soberano". "Aun con sus diferencias y sus dudas, supieron salvar sus desacuerdos y transformar la incertidumbre en un sólido punto de partida, sin tener la certeza de lograr lo que buscaban. Aquel coraje —el de avanzar sin garantías, pero unidos— es una de las lecciones más valiosas que nos enseñaron", ha destacado.
De ese proceso surgió la Constitución de 1978, "un marco lo bastante amplio para que cupiéramos todos, toda nuestra diversidad", ha rememorado el rey, para después pasar a ensalzar el proceso que llevó a España a su integración en Europa, otro "paso decisivo, ilusionante y movilizador" del que se cumplen 40 años. Y en todas estas décadas, ha añadido el monarca, España ha experimentado "una transformación sin precedentes que permitió consolidar las libertades democráticas, el pluralismo político, la descentralización, la apertura hacia el exterior y la prosperidad".
Ahora, en opinión del monarca, nuestro país vive "tiempos ciertamente exigentes", con un coste de la vida que "limita" las "opciones de progreso" de muchos ciudadanos, o con problemas en el acceso a la vivienda que suponen "un obstáculo para los proyectos de tantos jóvenes", o con la "incertidumbre laboral" que generan los "avances tecnológicos", o con el cambio climático. Son todos "muchos desafíos" que, lamenta el jefe del Estado, chocan con una "tensión en el debate público" que provoca "hastío, desencanto y desafección" y que no se resuelven "ni con retórica ni con voluntarismo".
De ahí que Felipe VI lance un mensaje directo a los políticos, porque "España ha progresado cuando hemos sabido encontrar objetivos que compartir", y la "raíz de todo proyecto compartido es necesariamente la convivencia". Una convivencia, que, según alerta, "no es un legado imperecedero", sino que es "una construcción frágil" y su cuidado corresponde a todos en su "labor diaria".
La base para conseguirlo, expone el monarca, es la "confianza". "En este mundo convulso, donde el multilateralismo y el orden mundial están en crisis, las sociedades democráticas atraviesan, atravesamos, una inquietante crisis de confianza. Y esta realidad afecta seriamente al ánimo de los ciudadanos y a la credibilidad de las instituciones, explica, para incidir en que "los extremismos, los radicalismos y los populismos se nutren de esa falta de confianza, de la desinformación, de las desigualdades, del desencanto y de las dudas sobre cómo actuar en el futuro".
De hecho, Felipe VI va más allá al advertir de que "no basta con recordar" que España ya "ha estado ahí", de que "ese capítulo de la historia" ya lo conoce y tuvo "consecuencias funestas", sino que "nos corresponde a todos preservar la confianza en nuestra convivencia democrática". "Preguntémonos, sin mirar a nadie, sin buscar responsabilidades ajenas: ¿qué podemos hacer cada uno de nosotros para fortalecer esa convivencia? ¿Qué líneas rojas no debemos cruzar?", propone.
Y tras llamar al "diálogo", al "respeto en el lenguaje y de escucha" y a la "empatía", el rey subraya que "en democracia, las ideas propias nunca pueden ser dogmas, ni las ajenas, amenazas", y también que "avanzar consiste en dar pasos, con acuerdos y renuncias, pero en una misma dirección, no correr a costa de la caída del otro". "El miedo solo construye barreras y genera ruido, y las barreras y el ruido impiden comprender la realidad en toda su amplitud", ha insistido.
El jefe del Estado ha concluido su mensaje de Navidad recordando que "España es un gran país" y puede "lograr sus objetivos, con aciertos y errores, si los emprendemos juntos, participando todos, orgullosos, de este gran proyecto de vida en común que es España".