Las pulseras

Las pulseras

La incompetencia de la clase política a la hora de solucionar problemas de mayor o menor calado ha vuelto a quedar en evidencia con el tema de las pulseras para maltratadores. Destapado el error producido, que puso en peligro a las víctimas, la ministra Redondo aseguró que apenas habían sido unos casos, pero que las pulseras no habían fallado ni dejado de funcionar. Destapados los fallos de las pulseras en boca incluso de los maltratadores, el argumento escogido en este caso fue que "la tecnología no es perfecta". Ayer, cuando la bola seguía creciendo entre la oposición e incluso miembros del PSOE, la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez Perza, tuvo que salir a dar la cara para pedir perdón, primera vez desde se conoció el problema. Sonrojante.