Las estrellas del festival de Venecia brillan cada vez más pero hablan cada vez menos

Una conversación constante recorre el festival de cine de Venecia. Primero, hablan las películas. Luego, miles de periodistas, productores, estudiantes y apasionados alimentan un debate infinito en cada esquina del Lido, la isla donde se celebra la Mostra. Basta con poner el oído para captar reflexiones de todo tipo, ya sea ante un tempranero café o un tardío spritz. Solo hay una voz que apenas se oye. Y eso que es justo la que todos quieren escuchar: la de las estrellas. Muchas desembarcan, sueltan alguna frase en la rueda de prensa y punto final. Desfilan por la alfombra roja, fotos, autógrafos, aplausos y a otra cosa. A menudo, literalmente: algunas no pasan más de 24 horas en Venecia.