El PSOE vincula a Aldama con el PP para intentar dar la vuelta a sus acusaciones
El PSOE trata de apartar el foco de los escándalos de supuesta corrupción que se han conocido en las últimas semanas aplicando la máxima de que la mejor...

El PSOE trata de apartar el foco de los escándalos de supuesta corrupción que se han conocido en las últimas semanas aplicando la máxima de que la mejor defensa es un buen ataque. Tras la esperpéntica rueda de prensa que ofreció este miércoles la ya exmilitante socialista Leire Díez, que terminó con el comisionista investigado por la justicia Víctor de Aldama acusándola a voz en grito de mentirosa, tanto el PSOE como el Gobierno optaron por una nueva estrategia: la de cargar contra el PP vinculando a los populares con un Aldama que, minutos después de reventar la comparecencia de Díez, pedía a Alberto Núñez Feijóo que haga "lo que tiene que hacer" y acabe con "este Gobierno y este caos".
En un primer momento, tanto el PSOE como el Gobierno optaron por callar después del sainete que se vivió en la rueda de prensa de Leire Díez. Fuentes de la Moncloa declinaron inicialmente pronunciarse ante lo que consideraban un asunto de escasa relevancia, en línea con lo que lleva haciendo el Ejecutivo desde el momento en el que fueron publicados los audios de la ya exafiliada del partido. Pero esa idea les duró apenas unos minutos: poco antes de las 12 de la mañana, el PSOE publicaba un tuit en el que aprovechaba las palabras de Aldama para vincular al empresario con el PP, pese a que el comisionista está imputado por supuestamente dar mordidas en el caso Koldo.
"Víctor de Aldama, imputado en el caso Delorme —denominación policial del caso Koldo— y en el caso Hidrocarburos, entra en campaña para apoyar la candidatura de Feijóo en el próximo congreso del PP. El aval que le faltaba", ironizaban los socialistas en su cuenta de X (el antiguo Twitter). Lo hacían unos minutos antes de que el propio Feijóo se mostrara enormemente duro con el "bochorno" que, dijo, se había vivido en la comparecencia de Leire Díez, volviera a ofrecerse como alternativa al Gobierno liderado por Pedro Sánchez y asegurase que "España no puede estar en este vertedero televisado, cutre y sórdido".
La estrategia del PSOE no se limitó a las redes sociales. Los socialistas, de hecho, decidieron echar el resto, y la Moncloa se implicó de lleno por boca del ministro de Transformación Digital, Óscar López, uno de los miembros del gabinete más cercanos a Sánchez, que acusó sin circunloquios al PP de haber puesto en marcha una "campaña de guerra sucia" para intentar hacer caer al Ejecutivo por medio de la presión mediática. Una campaña que estaría financiada, dijo López sin aportar pruebas, por el Gobierno de la Comunidad de Madrid que preside Isabel Díaz Ayuso.
"Que los árboles no nos impidan ver el bosque: el bosque se llama Kitchen, sigue siendo la Kitchen, son los mismos protagonistas, los mismos métodos, las mismas filtraciones, las mismas historias; antes lo hacían desde el Gobierno con los medios del Estado y ahora supongo que lo financian con los medios de la Comunidad de Madrid", denunció el ministro ante los medios de comunicación. López aseguró que el objetivo de esas filtraciones sería el de crear un "ruido ensordecedor" que opaque la actividad del Ejecutivo y convierta en inviable su continuidad.
Ferraz, por su parte, también centró sus críticas en el PP, a quien, como la Moncloa, también responsabilizó de los escándalos de las últimas semanas. Por boca de su portavoz orgánica, Esther Peña, el PSOE aseguró que los populares quieren "llegar al poder por atajos porque las urnas no les dan la razón", calificó al partido que lidera Feijóo de "mafia" y aseguró que "los demócratas de este país no podemos tolerar que las malas personas logren sus objetivos". "Por corruptos salieron del Gobierno, y a lomos de las cloacas quieren volver a él", espetó Peña.
La portavoz socialista llegó incluso a culpar al PP de estar detrás del espectáculo que ofreció Aldama tras la rueda de prensa de Leire Díez, en la que ella desvinculó al PSOE de sus maniobras para recabar información con la que poder desacreditar a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. "Hemos visto cómo las cloacas que dirigía el PP la pasada legislatura están muy nerviosas, han enviado a un imputado por delitos gravísimos a reventar una rueda de prensa", denunció Peña, que aseguró que "hay muchos nervios en importantes sectores de poder" y sostuvo que el "objetivo" final es "tumbar al Gobierno".
División en el Ejecutivo
Pese a que el PSOE ha centrado todos sus cañones en el PP para intentar coger algo de oxígeno, en el Gobierno la unidad con respecto a este tema se resquebrajó hace días. Y este miércoles esa discrepancia volvió a evidenciarse, puesto que la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, se desmarcó de los socialistas al tildar de "show" y de "esperpento" la comparecencia de Leire Díez y al reclamar al PSOE "explicaciones" sobre su comportamiento "con mucha serenidad". Díaz, eso sí, descartó una eventual ruptura del Ejecutivo y afirmó que su apuesta es "continuar haciendo lo que creemos que es lo que hay que hacer en el Gobierno".
En la misma línea, la portavoz del grupo parlamentario de Sumar en el Congreso, Verónica Martínez, calificó de "tremendo" el "espectáculo" vivido en la mañana del miércoles y pidió al PSOE "toda la investigación correspondiente" y que se adopten "todas las medidas necesarias" para aclarar lo sucedido. No obstante, Martínez rechazó apoyar las peticiones de comparecencia de Sánchez en el Congreso que han registrado el PP, por una parte, y ERC y Podemos, por otra, si bien el voto de Sumar no es necesario, puesto que esos tres partidos junto a Vox y a Junts tienen apoyos de sobra para forzar al presidente a acudir a la Cámara Baja a dar explicaciones.