Cuando nombraron a Bernhard

Cuando nombraron a Bernhard

No era únicamente severo, pues incorporaba Thomas Bernhard pequeñas dosis de comedia a la tragedia y así lograba que su desolación fuera más llevadera. Hasta que cedió y cuestionó la totalidad del Arte, algo que se percibe a la perfección en su libro póstumo, Maestros antiguos, del que acaba de aparecer una excepcional reedición de Aparicio Maydeu en la editorial Cátedra. Es la novela que estaba leyendo el jueves cuando supe que el Nobel de Literatura lo había ganado László Krasznahorkai y el jurado, al describir la tradición literaria a la que éste pertenecía, lo había señalado como “gran escritor épico de esa tradición centroeuropea que se extiende desde Kafka hasta Thomas Bernhard”.

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