Bertín Osborne presenta al hijo que tuvo con Gabriela Guillén en una exclusiva: "David es una monada, cariñosísimo, un amor"

Han tenido que pasar más de 18 meses para que Bertín Osborne haya decidido posar, a sus 70 años, con su sexto hijo, del que por medio de una exclusiva se sabe que se llama Arian David. Un encuentro público que tiene lugar en lo que parece la casa de Bertín, y donde aparece un águila disecado, Olivia, con el que su padre cazaba a caballo hace más de veinte años.

Su madre, Gabriela Guillén, de 37, con quien el cantante tuvo una corta relación sentimental, posa en el mismo reportaje que el padre, una exclusiva para la revista Hola, aunque lo hacen de manera separada para evitar malosentendidos sobre su relación, dicen ambos.

Lo cierto es que el niño es el protagonista absoluto de un extenso reportaje en el que aparece relajado en las rodillas de su padre y en brazos de su madre, como decimos, en fotos independientes aunque hechas al mismo tiempo y en idéntico lugar por la publicación.

Bertín, que durante un largo tiempo obvió reconocerse el padre del pequeño David, cuenta en esta entrevista exclusiva: "Yo nunca quise ser padre otra vez. Pero vale, lo soy. Ahora ayudaré a que el niño tenga sus estudios estupendos y que viva lo mejor que pueda".

Para el cantante, David, llamado así como cuenta su madre, porque significa "el amado de Dios", es su sexto hijo. Tiene tres hijas y 8 nietos (todos mayores que su último hijo) de su matrimonio con Sandra Domecq y dos hijos adolescentes con Fabiola Martínez. El cantante se justifica después de no pocos pasos por el juzgado para aclarar su situación legal con el pequeño.

"El porqué de estas fotografías es por darle visibilidad a esa situación y que no sea un niño escondido. Y yo, encantado. El niño es una monada. Y cariñosísimo. Es un amor", dice su padre.

Reconoce el artista jerezano casi dos años después del nacimiento del pequeño (diciembre de 2023) que "ser padre ahora es una cosa con la que nunca había contado. Nunca pensé que podía pasar, pero asumo mi resposabilidad porque no soy ningún loco".

También tiene buenas palabras para Gabriela, a quien el niño se parece en lo físico extraordinariamente, y a pesar de sus disputas judiciales. "Siempre he respetado a Gabriela y lo que ocurrió entre nosotros no lo he contado. Y Gabriela también ha sido suficientemente señora como para no contar nada", dice.

No pretende Bertín mantener una convivencia normal con el niño. "He normalizado que tengo un hijo y que, además, le tengo mucho cariño porque es una preciosidad. Otra cosa es que podamos convivir", apunta. Y añade que decidió arreglar la situación con la madre porque "quiero ver al niño, quiero conocerlo, quiero que me conozca a mí, quiero estar y que él sepa quién es su padre".

Osborne asume que lo que desea para su sexto hijo es "que sea lo más feliz posible y que tenga una normalidad. Que independientemente de que sus padres no estén juntos, él sienta el amor de los dos".

Su madre, por su parte, alude a su propia experiencia para explicar sus sentimientos y su deseo de que a David no le suceda lo mismo que a ella. "Tener un padre es muy necesrio. Yo no lo tuve. Por eso, no le quiero privar a mi hijo de ese derecho, porque él sí lo tiene. Yo sé lo que es, lo sé en mi piel".

Gabriela precisa que el niño "tiene una mezcla de parecidos muy peculiar. Y con su padre tiene conexión. Se ríe igual que él. La misma sonrisa picarona. Es idéntico".

La venezolana define al niño como "maravilloso, supercariñoso. Y muy inteligente. Ha empezado a hablar pronto y ya se le entiende todo" y agrega que entre otras palabras, ya dice "papá".