PSOE y Sumar se esconden para reunirse este viernes con perfiles de segundo nivel y sin esperanza de cerrar un acuerdo
La tensión entre los socios de coalición no da tregua, pero ambos han acordado sentarse este viernes para cerrar cuanto antes una crisis que empieza a enquistarse. Sin embargo, tras una semana de pulso mediático que solo ha servido para fijar la cita, PSOE y Sumar han optado ahora por blindar al máximo un encuentro del que apenas han dejado que trasciendan detalles. Sí se conocen, en cambio, las posiciones enfrentadas que no han escatimado en exhibir durante los últimos días: el PSOE rechaza de plano que Sumar marque el tono en su crisis por los casos de acoso y corrupción, por lo que ignora e incluso desdeña las demandas de su socio, mientras Sumar insiste en que los socialistas no están a la altura de la situación y acusa al socio mayoritario de "inmovilismo".
Tras la sucesión de denuncias de acoso sexual en las filas socialistas y la gestión del caso Salazar por parte de Ferraz, la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, quiso marcar distancias pidiendo a Pedro Sánchez una remodelación profunda en el Gobierno. Fue una reacción que no gustó nada en Moncloa. Su respuesta a esta petición no solo fue negativa, sino reactiva y pública. La voz más directa fue la del ministro Óscar Puente, que recordó a Sumar el precedente de Íñigo Errejón y les lanzó que igual habría que "remodelarlos a ellos". En todo caso, el presidente ha querido suavizar la lucha dialéctica este mismo jueves, llamando a centrarse en lo que "une" a ambas formaciones más que en las "discrepancias".
Los de Díaz insisten en ese cambio de ministros en el Gobierno, pero después de que Sánchez cerrase completamente esa puerta y tras pactarlo con los partidos que integran la agrupación, ahora se centran en el "primer puente" que tienen que cruzar los socialistas, que es la reunión que se produce este viernes para "evaluar y diagnosticar" el estado del acuerdo entre ambas formaciones. El PSOE tampoco se ha tomado demasiado en serio esta petición, de hecho, respondieron a la misma asegurando que no tenían ningún problema en sentarse con Sumar, dado que lo hacen a diario.
Mientras Sánchez confirmaba un encuentro de primer nivel con el líder de ERC —el presidente se verá con Oriol Junqueras el 7 de enero—, en Ferraz optaban por designar a un segundo perfil para la reunión con los representantes de Sumar. Así, será la secretaria de Organización del PSOE, Rebeca Torró, quien se siente con los secretarios de Organización de todas las formaciones que integran Sumar.
No obstante, una vez calendarizada, ninguna de las partes le ha dado demasiado pábulo. De hecho, ninguna de las partes ha dado a conocer al cierre de esta edición la hora y el lugar del encuentro y tan siquiera lo han incluido en sus respectivas agendas. Hasta el momento, las posiciones parecen de máximos, por lo que no hay previsión de cerrar ningún acuerdo. Por ello, de esta reunión solo se puede esperar que la batalla dialéctica se suavice.
Todo apunta a que cada socio se reafirmará en las posiciones que viene defendiendo en los últimos días. Sumar sostiene que es imprescindible un giro, ya sea formal o performativo, con nuevas caras que permitan saldar las llamadas "responsabilidades políticas", además de un cambio de narrativa y de rumbo programático.
El PSOE, en cambio, no considera necesario "ofrecer" nada nuevo y apuesta por mantener la "hoja de ruta conjunta", centrada en seguir impulsando medidas sociales como hasta ahora. En la práctica, esto supone evitar cualquier gesto que pueda interpretarse como una cesión a Sumar, lo que implicaría asumir la gravedad del escenario que describen sus socios de Gobierno.
Choque por el auge de Vox
Uno de los temas que más ha caldeado el ambiente tiene que ver con el auge de Vox. Sumar considera que la remodelación del Gobierno es necesaria porque resistir sin hacer cambios solo sirve para potenciar a Vox, culpabilizando de alguna forma al PSOE de su tendencia al alza. Esto ha ofuscado a los socialistas, de hecho, ha sido el propio Sánchez quien ha salido a rebatirles públicamente.
"Ese crecimiento demoscópico de fondo de la ultraderecha en nuestro país, vamos a ver la materialización, nada tiene que ver con la acción de Gobierno. Tiene todo que ver con el blanqueamiento que la derecha política y mediática está haciendo de Vox", sentenció el presidente desde Bruselas, tratando de cerrar así otro debate que, previsiblemente, también salga a colación en la reunión de este viernes.