Prohibido (por ley) subir fotos de tus hijos a redes

Prohibido (por ley) subir fotos de tus hijos a redes

El Gobierno quiere regular por ley las fotos que subimos de nuestros hijos a las redes sociales. La idea es poner freno al sharenting, la tendencia de padres que comparten la vida en familia con sus seguidores, dejando en los menores una huella digital imborrable. El Ministerio de Juventud e Infancia está armando un reglamento sobre el derecho a la identidad digital en la infancia y la adolescencia y ha abierto una consulta pública para saber qué piensa la sociedad. Si me preguntan a mí, no lo tengo nada claro. Sí sé lo que hay que hacer con las cuentas que muestran menores con fines económicos.

Reparos morales aparte, hace falta una legislación específica, igual que la hay para niños actores con un marco de horarios, remuneración y condiciones. En las redes el fenómeno va por libre y no va a desaparecer, padres y marcas conocen su potencial: hasta un 42% más de likes al salir niños. Y luego se parte de la idea equivocada de que a todos los obligan a ponerse delante de la cámara. La realidad es que si preguntas en cualquier cole qué quieren ser de mayores más de los que imaginas te dirán que youtubers. Ya lo único que se puede hacer es legislarlo y que las plataformas establezcan protocolos.

Lo que tengo menos claro es qué hacer con las fotos de hijos de no influencers. A uno de cada cinco ya se le vio en la ecografía; a los seis meses, el 81% tiene una foto en redes. Yo a los míos no los comparto más que con cuentagotas y con emoticonos que los tapen, aunque tampoco tacharía de irresponsables a los que suben a sus hijos, menos aún si es en modo privado. No hay nada de lo que te sientas más orgulloso y quieres que se vea tanto como los que no tienen hijos y muestran sus vacaciones en Bali.

El problema son los pirados que pueden hacer de todo con las imágenes. Es a esos a los que hay que señalar y acotar, no a los padres por determinar la huella digital de sus hijos. Si la vida ya no se entiende sin la identidad online… Además, lo que estás determinando tiene bastante menos importancia que lo que decides cuando eliges qué come o dónde estudia. Ser padre va de tomar decisiones por tus hijos.

Y luego es que tendemos a demonizar las redes, pero también pueden documentar recuerdos en un mundo digital en el que ya no hay álbumes de fotos. Pueden construir comunidad en el aislamiento que genera la crianza y fomentar el desarrollo digital familiar. La realidad es que los menores están en la sociedad y las redes son sociales.

Llegamos a este punto, el debate del sharenting ya no puede ser blanco o negro. Ahora hace falta educación digital desde la infancia sobre los riesgos de la sobreexposición en redes para aumentar su capacidad de decisión. Y más que en los padres, hay que poner el foco en la responsabilidad de las plataformas digitales. Son esas las que deben exigir mayor contundencia a la hora de proteger los derechos de los usuarios. Y los de los menores aún más.