La pandemia, el volcán de La Palma, la DANA y ahora los incendios: las catástrofes afloran la batalla competencial entre el PSOE y el PP

Las distintas crisis han actuado como un amplificador de las tensiones territoriales, lo que ha derivado en enfrentamientos directos entre el PP y el PSOE, así como en bazas electorales.

La pandemia, el volcán de La Palma, la DANA y ahora los incendios: las catástrofes afloran la batalla competencial entre el PSOE y el PP

Los últimos cinco años con Pedro Sánchez al frente del Gobierno han estado atravesados por catástrofes de muy distinta naturaleza pero con un denominador común: la tensión política y competencial. La crisis sanitaria de la pandemia de 2020; el apagón masivo de abril de 2025; o las crisis medioambientales de la erupción del volcán de La Palma en 2022, la DANA de 2024 y los incendios del verano de 2025, no solo han puesto a prueba la coordinación entre administraciones, también han servido de munición para la pugna política y electoral entre el PSOE y el PP.

En todas ellas, el Gobierno —primero en coalición con Unidas Podemos y después con Sumar—, ha asumido la dirección de la respuesta institucional, ya fuera mediante estados de alarma, declaraciones de zona catastrófica o el despliegue de la Unidad Militar de Emergencias. Sin embargo, la gestión competencial de muchas de estas crisis ha estado en manos de las autonomías, en su mayoría, bajo gobiernos del Partido Popular.

Ese reparto competencial ha derivado en choques recurrentes. Durante la pandemia, con las restricciones sanitarias y la pugna por el mando único; en la erupción del volcán, con el debate sobre las ayudas y la reconstrucción en La Palma; en la DANA de 2024, con el cuestionamiento por no activar el nivel 3 de emergencia; y, más recientemente, en los incendios, donde las "guerras de cifras" sobre medios desplegados han puesto de relieve la disputa política por la gestión del territorio y la prevención de desastres.

2020: la pandemia de la COVID

Marzo de 2020 marcó el inicio de una de las batallas sanitarias y competenciales más relevantes desde el nacimiento del Estado autonómico. Aunque las competencias en materia de sanidad estaban transferidas a las comunidades, la declaración del primer estado de alarma supuso la instauración de un mando único por parte del Gobierno central.

Ello permitió que Salvador Illa, entonces ministro de Sanidad, dirigiera y coordinara de manera directa a todas las consejerías autonómicas. Sin embargo, a partir de junio, las comunidades recuperaron la gestión sanitaria, lo que abrió una nueva etapa de tensiones sobre cómo enfrentar la pandemia sin un marco de centralización que, por otra parte, también generó disputas políticas por "desconfianza" hacia el Gobierno de Sánchez.

Los choques competenciales fueron constantes durante los primeros meses de la pandemia. Uno de los más sonados fue la intervención en las residencias de mayores, que generó enfrentamientos directos entre Isabel Díaz Ayuso, como presidenta de Madrid, y Pablo Iglesias, entonces vicepresidente y ministro de Derechos Sociales. Otro foco de conflicto fueron las adquisiciones de material sanitario: al estar centralizadas por el Gobierno al inicio de la crisis, algunas comunidades denunciaron que el Ministerio de Sanidad estaba requisando pedidos o dificultando su llegada, lo que tensionó aún más la coordinación entre el Estado y las autonomías.

2021-2022: el volcán de La Palma

85 días duró la erupción del volcán Cumbre Vieja en La Palma. Esa expulsión de lava, ceniza y gases afectó a más de 1.200 hectáreas, destruyendo viviendas, negocios y cultivos a su paso. La gestión de la emergencia corría a cargo del Gobierno canario, que en ese momento dirigía el socialista Ángel Víctor Torres (actual ministro de Sánchez), por lo que no hubo grandes roces entre ambas Administraciones. Fue la gestión de las ayudas a los afectados la que se convirtió en arma política entre el PP y el PSOE.

Los populares señaron que las ayudas prometidas por parte del Estado eran insuficientes y no estaban llegando a tiempo, además, cargaron contra el Gobierno por priorizar la visibilidad mediática sobre la eficacia en la atención de los evacuados. En definitiva, volvieron a poner sobre la mesa el debate sobre la dependencia del Ejecutivo central para dar solución a la gestión de este tipo de emergencias.

2024: la DANA

Las catastróficas riadas del 29 de octubre que se saldaron con 227 fallecidos, además de ingentes daños en infraestructuras y en los hogares de los municipios afectados, provocaron ya en los primeros días un cúmulo de acusaciones cruzadas entre partidos sobre quién era el responsable del alcance de la gota fría. PSOE y PP pasaron, en cuestión de horas, de pedir "unidad" a ir al choque por las alertas y el control de la crisis.

Las competencias de esta emergencia correspondían a la Generalitat, con el popular Carlos Mazón al frente. El president en ningún momento llegó a solicitar el nivel 3 de emergencia para dar el mando al Gobierno, no obstante, el PP criticó la "soledad y las limitaciones" para actuar ante una crisis sin precedentes. De hecho, el enfrentamiento entre Administraciones y partidos se intensificó debido a la disputa sobre quién debía asumir la decisión de elevar el nivel de emergencia, ya que tanto la Generalitat como el Ministerio del Interior podían hacerlo.

2025: la ola de incendios

Más de 200 incendios han asolado varias comunidades autónomas al oeste del país durante este mes de agosto, arrasando casi 400.000 hectáreas, la cifra más alta desde que hay registros. Aunque la tensión política se disparó, en un primer momento, a raíz de un tuit del ministro Óscar Puente acusando al presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, de no parar sus vacaciones para estar en el terreno, el choque político fue a más y derivó en una disputa competencial, como ya ocurrió en pasadas crisis.

Se da el caso de que, en estos incendios, las comunidades más afectadas están gobernadas por el PP. Pero ni los Ejecutivos autonómicos ni el Gobierno central se plantearon en ningún momento elevar al nivel 3 la emergencia. En todo caso, esto fue indiferente a la hora de evitar el choque frontal, que pasó a centrarse en los medios a disposición para poder hacer frente a los fuegos. Mientras los presidentes autonómicos del PP pedían más medios y más agilidad para que llegasen, el Gobierno aseguraba que ya están a disposición de las comunidades.

Pese a las peticiones de unos y otros de no confrontar, el rifirrafe continúa tras conocerse que mientras Castilla y León reclamaba más medios estatales contra los incendios declarados en Zamora y León, la comunidad que preside Mañueco mantenía sin usar recursos desplegados por el ejército. Entre tanto, los populares también acusan al ministro Marlaska de haber preguntado muy tarde por los medios de los que disponían las autonomías, algo que este negó al argumentar que solo se trataba de información para anticiparse a envíos.

En todo caso, tras cinco años de emergencias, el problema de fondo persiste, que es la coordinación y buena disposición entre Administraciones de distintos colores políticos cuando se da una emergencia de gran calibre, como fue la pandemia, la DANA y, en este momento, los incendios que están asolando a medio país.