El Gobierno intenta levantar un cortafuegos al cargar en Ferraz la mala gestión del caso Salazar: "En Moncloa se actuó con rapidez"

El Gobierno intenta levantar un cortafuegos al cargar en Ferraz la mala gestión del caso Salazar: "En Moncloa se actuó con rapidez"

La crisis de credibilidad del PSOE desatada por el caso de Francisco Salazar no da tregua. Los socialistas intentan contener el desgaste con condenas tajantes, compromisos de revisión interna y destituciones. Pero que el comité antiacoso del partido tardara meses en contactar con las denunciantes solo ha intensificado el malestar. Aunque el presidente, Pedro Sánchez, asumió "en primera persona" —aunque sin cámaras— la gestión del caso y reconoció fallos de diligencia por parte del partido, desde el Consejo de Ministros insisten en que en Moncloa "se ha actuado con rapidez y transparencia", marcando así distancias entre estas dos piezas de un mismo engranaje.

Aunque las denuncias se presentaron por el canal interno del PSOE hace cinco meses, el caso volvió a estallar hace apenas unos días, cuando trascendió su contenido y que la formación no había avanzado en la investigación interna. A partir de ahí, referentes feministas del partido —como Adriana Lastra o Andrea Fernández—, miembros del grupo parlamentario socialista, de la propia Dirección de Ferraz e incluso del Gobierno empezaron a exigir que el asunto se remitiera a la Fiscalía. Sin embargo, Sánchez descartó ese paso mientras no fueran las propias denunciantes quienes lo solicitaran.

Lo trasladó este sábado en conversación informal con los periodistas, donde también se echó sobre las espaldas el "error" del comité antiacoso del PSOE por haber tardado tanto tiempo en actuar. El Gobierno intentó mostrar otra forma de proceder diferente este domingo, cuando se conoció a través de otra información de ElDiario.es que Antonio Hernández habría estado protegiendo a Salazar. Entonces, el cese fue fulminante y sin necesidad de ninguna investigación interna.

Fuentes de Moncloa señalan que lo relatado por estas mujeres era muy grave y por eso tomaron la decisión sin miramientos: Hernández les estaría haciendo pensar que los comportamientos de Salazar no eran reales —"estaba haciendo luz de gas"— y que cualquiera mataría por su puesto de trabajo en Moncloa. Desde el Gobierno trasladan que Hernández se lo ha negado, pero que con esas denuncias la decisión tenía que ser contundente.

Precisamente, Pilar Alegría hizo hincapié este martes en la contundencia de la actuación de Moncloa en el Consejo de Ministros, no sin antes admitir que su comida con Salazar hace solo un mes fue un "error". En concreto, la ministra portavoz enumeró varias actuaciones por parte de "Moncloa": señaló que nada más tuvieron conocimiento de las denuncias contra Salazar fue cesado de sus responsabilidades y que hicieron lo mismo con su mano derecha, Antonio Hernández, este mismo martes.

"En Moncloa se ha actuado con rapidez y transparencia desde el primer momento", subrayó Alegría. "Desde que se tuvo conocimiento hasta que se publicó, aquí, en Moncloa, nos pusimos además de a efectuar ese cese inmediato de Paco Salazar, se contactó con trabajadores para solicitarles que, si hubieran visto o sufrido cualquier comportamiento reprobable, se podía denunciar, porque los canales en Moncloa son seguros y anónimos", incidió. También insistió en que "en ningún momento" se recibió "ninguna denuncia" por el canal interno del Gobierno.

La intención de Moncloa de que ahora los trabajadores denuncien posibles comportamientos reprobables por parte de Salazar y Hernández puede no tener demasiado efecto. Desde la propia sala de máquinas del Gobierno reconocen que si los hechos se produjeron antes de 2021 - como así lo consideran-, las sucesivas renovaciones de los equipos del presidente han podido dejar pocos testigos. "Los equipos cambian", constatan. En todo caso, quieren recalcar que los canales en Moncloa son completamente "seguros".

Insisten en ello, primero, porque las denunciantes recurrieron al canal interno de Ferraz y no al de Moncloa, pese a que los hechos ocurrieron en el complejo presidencial. Y, de esta forma, también constatan que se trata de dos canales distintos: el del Gobierno no tramitó ninguna denuncia, sencillamente porque ninguna llegó a su destino y, por tanto, tampoco erró en su gestión.

Además, Alegría también quiso poner tierra de por medio al asegurar que ningún partido está "exento" de tener a "personas" que utilicen su posición política para lucrarse, como es el caso de Ábalos y Santos Cerdán, o de tener a quienes cometen "actitudes reprochables", como Salazar y Hernández. "Ahora bien, las organizaciones se diferencian por cómo reaccionan cuando se conocen", apuntaló Alegría, para insistir en que en que Moncloa lo hizo con "absoluta contundencia desde el primer momento".

Es algo en lo que también insistió Sánchez durante su intervención desde UGT. Aseguró que las políticas feministas definen y describen al Gobierno y que ese feminismo "da lecciones todos los días". "A mí el primero", constató. En este punto, señaló que la "gran diferencia" entre la izquierda y la derecha, es que cuando la primera recibe lecciones, piden perdón y actúan en consecuencia.